miércoles, 24 de abril de 2013

Rompiendo el ayuno.

Un corte, tus emociones salen a flor de piel, rebano tus heridas y escarbo tus órganos para encontrar la razón que he perdido. Tu sangre se vuelve el eco de mi cuchillo, cerceno tus piernas, tus pies siempre fueron tu mejor lado. Un grito que se une a las voces de mi cabeza, mientras el diablo espera en la puerta que abandone mi ayuno.

miércoles, 17 de abril de 2013

A ese tal país.

Así qué la pequeña decidió cambiar, se colocó tacones altos y se destejió las trenzas que la conectaban con esa niña/ salió a buscar a alguien que la amara, pasaban los años y nadie la cuidaba, en lugar de amor encontró sexo, en lugar de paz encontró discordia y pronto se dio cuenta que había cambiado y a quien tanto buscaba no lo supo apreciar. Al pasar los años ya no tenía las mismas fuerzas y decidió postrarce a una mecedora de mañana a tarde y de noche, si, las noches eran para soñar con esa niña que había quedado huérfana y ahora solo vivía en sus sueños rogando que haya alguien más esperándola.

miércoles, 10 de abril de 2013

Lápida.

Somos eso amor; un suspiro, cierra la puerta que se escapa el aire y con el nuestro amor. Si te vas, vete que yo no vuelvo por migajas. En un verbo en tiempo futuro nuestro epitafio dirá "aquí yacen muchos que vivieron en pocos".

lunes, 8 de abril de 2013

Holocausto.

Hubo un homicidio en esta cama, el holocausto de este amor masoquista y amorfo. Las apuñaladas venían acompañadas de gemidos, caricias y besos; la última en compañía de un adiós que rompió las ventanas, una muerta sádica, elegante y sangrienta, comparada con los asesinatos de Ted Bundy o el asesino de la dalia negra, la escena del crimen tu cama, y el arma seguía enterrada en nuestros corazones, huimos, dejamos todo desordenado esperando nunca volver y con la esperanza de cambiar de opinión.

Jabberwocky.

Y cuando Alicia llego al otro lado del espejo no vio nada de conejo blanco, ni tablero de ajedrez con curiosisimas piezas de ajedrez, ni reinas rojas y mucho menos Jabberwocky; solo veía su reflejo asomado al otro lado sin color e inmóvil, "esa no soy yo, curioso pero no lo suficiente" pensó y se retiró, no importa cuanto mirara el espejo siempre reflejaría lo mismo pues Alicia había perdido la fe en lo desconocido al ser adulta; siguió caminando sin mirar atrás hasta olvidar el espejo.