domingo, 6 de marzo de 2011

Acantilados



-"¿Qué es lo que se supone tengo que hacer si lo mejor de mi eras tu?, siempre serás parte de mi mundo, aunque no estés presente, tu recuerdo siempre esta en el mar de mis recuerdos, en la luna de mi cielo y en la naturaleza de mi ser"
-Enamorarse es como tirarse de un acantilado del cual no sabes si te espera alguien que va a atraparte para que no te rompas o si simplemente te vas a impactar contra el frío y duro suelo.
A veces no nos atrevemos a lanzarnos siempre lo pensamos 2, 3 o 4 veces antes de lanzarnos, no sabemos que nos espera en lo mas profundo del acantilado...
también están esas veces que alguien nos atrapa pero por miedo a que nos suelte simplemente nos bajamos antes que todo pase...
Sencillamente nunca sabes que esperar, ni que hacer cuando llegue el momento, quizás sea mejor así, que todo sea una sorpresa.

1 comentario:

  1. Miradas que no se ven, se sienten, luego un sol inclemente que se arrastra por mi mente, y pienso que estoy demente. Anda, Acércate un poco más que ya estás en mi mente.
    Luego un mar de recuerdos que se retrae, me pregunto: ¿Por qué? púes porqué viene hacía mí un tsunami de memorias que no recordaba haber vivido, pero esa mirada las trae a mí.
    Mi piel se eriza, tu dulce sonrisa, y una taza de café, para alivianar el insomnio sofocante que causaste una vez que te marchaste, vuelves a voltear, solo para darte cuenta que no puedo mucho más, avanzar es retroceder y retroceder - para mí - es letal así que solo me siento a pensar en las maravillas que nunca pasaron, los recuerdos añejados, y ahora quiero más café, o tal vez un chocolate que pueda calmar mi sed de los besos que tardaron, y algunos tanto tardaron, que no llegaron a nacer.
    Vuelves a sonreír y sigo con mi tiempo, porque la vida se fue con tu suspirar, yo vuelvo a respirar, pero dentro de mí solo se oyen el bostezo de un corazón que ya no se emociona por sentir.
    Ya es medianoche y me dispongo a dormir, pero tu recuerdo es como el zumbido de un mosquito... pues ya sabes como es, y otra noche de insomnio (...) contando ovejas hasta el amanecer.

    ResponderEliminar