En días nublados como estos, me siento en mi balcón a observar las nubes y los pajaros que vienen y van en sus vuelos cotidianos y sus formaciones inteligentes, en estos días me pongo a pensar en la inmortalidad del cangrejo, en los rayos del sol que se cuelan entre las nubes, en los cantos de las aves que resuenan en esta mañana, en la dirección que llevan los autos veloces que pasan por el frente de mi casa. Siempre hay mucho que pensar en estos días nublados que parecen no decir nada, y que parece que no sucediera nada, pero esto da pie para que la inspiración se cuele por mi corazón, mi mente y mis ojos para que por mi boca salgan versos y canciones y un día nublado en el que parecía no estar pasando nada se convierta en un pasaje a la inspiración.
En días nublados como estos mi mente me trae recuerdos de cuando era pequeña he intentaba hacer amigos, de los juegos del pasado, de las amistades perdidas, de los nuevos amigos, de amores perdidos que parecen no encontrar su camino de vuelta, de comidas probadas que aún puedo saborear de sonidos escuchados que aun puedo oír en esta mañana nublado y de paisajes que parecen no borrarse de mis ojos. Hoy en esta mañana llena nubes por mi mente han surgido nuevos pensamientos que me llevan a la conclusión de que esta mañana a cumplido su promesa de inspirarme y llenarme de los recuerdos que ocurrieron hace tanto, y que hoy aun puedo recordar como si hubieran sido ayer.
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